Un aparato de comunicación que muchas veces no valoramos como deberíamos es el aparato fonador, o sea, el que produce nuestra voz. Más de la mitad de los miles de millones de neuronas de la corteza motora del cerebro controlan los órganos del habla, y cerca de un centenar de músculos accionan los complicados mecanismos de la lengua, los labios, la mandíbula, la garganta y el pecho.
El oído también forma parte de este sistema de comunicación al convertir el sonido en impulsos eléctricos que procesa el cerebro. Gracias a que el cerebro analiza los sonidos, podemos reconocer a las personas por su timbre de voz. Además, el cerebro calcula la diferencia en millonésimas de segundo con que el sonido llega a cada oído, y así determina su procedencia. Estas son tan solo dos de las funciones que nos permiten escuchar a una persona a la vez, aunque haya varias otras hablando.
Así pues, la comunicación inalámbrica ultramoderna (con identificador de llamadas) no es algo nuevo: la encontramos primero en el mundo de los seres vivos, en la naturaleza.
me parce muy interesante conocer diferentes tipos de aniimales, pues estamos ten ocupados en nuestras cosas que olvidamos lo bello de la naturaleza
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